Un modelo de IA es capaz de detectar el coronavirus escuchando el sonido de la tos
Es fácil preocuparse cuando se tose por estos días: ¿será COVID-19 o simplemente se trata de una tos normal? Es posible que muy pronto podamos obtener una respuesta más acertada. Los investigadores del MIT han desarrollado un sistema basado en Inteligencia Artificial que puede reconocer la tos forzada de las personas que tienen COVID-19, incluso si por lo demás son asintomáticas. El truco fue desarrollar una gran cantidad de redes neuronales que puedan distinguir cambios sutiles indicativos de los efectos del nuevo coronavirus.
Una red neuronal detecta los sonidos asociados con la fuerza vocal. Otro escucha los estados emocionales que reflejan un deterioro neurológico, como una mayor frustración o un «afecto plano». Mientras tanto, una tercera red mide los cambios en el rendimiento respiratorio. Finalmente, un algoritmo verifica la degradación muscular (es decir, tos más débil) y proporciona una imagen más completa de la salud de la persona.
La IA demostró precisión durante las primeras pruebas
Después de que el equipo entrenara su modelo en decenas de miles de muestras de tos y diálogos, la tecnología reconoció el 98,5% de las toses de personas con casos confirmados de COVID-19. También identificó al 100% de las personas que eran ostensiblemente asintomáticas.
No obstante, la tecnología no está destinada a diagnosticar personas sintomáticas, ya que podrían tener otras afecciones que produzcan un comportamiento similar. Y aunque es bastante capaz, no querrá usar esto para un veredicto definitivo sobre si está infectado o no.
Sin embargo, este no es un ejercicio teórico. Los científicos están desarrollando una aplicación «fácil de usar» que podría usarse como una herramienta de preselección del virus. Es posible que solo tenga que toser en su teléfono todos los días para determinar si es seguro para usted salir. Los investigadores incluso sugieren que esto podría poner fin a las pandemias si la herramienta siempre estuviera escuchando en segundo plano, aunque es un gran «si» cuando probablemente plantearía problemas de privacidad .