Científicos del MIT crean un dispositivo para hablar sin abrir la boca
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets ha desarrollado unos audífonos que permiten comunicarse con los dispositivos electrónicos sin necesidad de hablar en voz alta. Además, a diferencia de otros aparatos similares, este no utiliza un sistema de EEG para captar las ondas cerebrales, sino que se basa en la subvocalización.
Las subvocalizaciones son un hábito mediante el cual pronunciamos las palabras en nuestra mente. desde el siglo XIX se cree que este tipo de verbalizaciones tienen correlatos físicos, y durante la década de 1950 se llevaron a cabo investigaciones profundas. Aunque los movimientos a favor de la lectura rápida comenzaron en la década de los 60, teniendo como objetivo eliminar la subvocalización porque ralentiza la acción de leer, los científicos del MIT descubrieron que puede resultar muy útil como interfaz para comunicarse con las máquinas.
El aparato se llama AlterEgo y es capaz de transcribir las palabras que el usuario verbaliza internamente, sin pronunciar mediante su propia voz. El dispositivo se compone de un auricular que va puesto en la oreja, con un extremo que tiene 16 electrodos ubicados en la cara y la mandíbula, junto con un sistema informático asociado. Los electrodos captan las señales neuromusculares que se desencadenan en el rostro cuando el usuario dice las palabras «en su cabeza», sin decirlas en voz alta.
No obstante, el equipo también trate un par de auriculares de conducción ósea, componentes encargados de transmitir las vibraciones a través de los huesos de la cara hacia el oído interno. A diferencia de los audífonos normales, este sistema tiene la ventaja de que el usuario recibe la información sin tener bloqueado el canal auditivo.
El estudiante del MIT Media Lab, Arnav Kapu, líder del desarrollo de AlterEgo, explicó que el objeto de este dispositivo es crear una plataforma informática interna y privada que se sienta como una extensión de nuestra propia cognición. Durante las pruebas de usabilidad que se llevaron a cabo con diez participantes se ha demostrado que el sistema tiene una precisión de transcripción media de aproximadamente el 92%.
Los investigadores continuarán perfeccionando el sistema para optimizar su rendimiento. Con suerte el sistema llegará a resolver más que simples comandos.