Investigadores chilenos afirman que el cannabis medicinal no sirve y enviarán carta al Congreso
Un grupo de científicos de Chile, descubrieron tras dos años de investigación que, al hablar del cannabis medicinal, la cura es peor que la enfermedad.
Las 30 personas que llevaron a cabo esta iniciativa hacen parte de la Fundación Epistemonikos, quienes enviaron una carta al congreso con respaldo del Colegio Médico Nacional, otras 17 organizaciones y más de 45 investigadores, donde buscan cambiar el proyecto de ley que está en discusión actualmente y que busca conseguir el autocultivo con fines medicinales.
Esta información la compartió el doctor Gabriel Rada a Publimetro, este es el presidente del directorio de esa fundación y académico de la Pontificia Universidad Católica:
«La investigación que estamos dando a la luz es la mayor revisión que se ha hecho en uso terapéutico de la cannabis y productos derivados a nivel mundial», expresó.
Los científicos reunieron otros estudios globales sobre los efectos del uso medicinal de cannabis en alrededor de 80 enfermedades. Con lo recopilado, hicieron «la síntesis más amplia en esta área y la conclusión es que no existe ninguna en donde esta tenga más beneficios que efectos adversos».
De manera general, estas enfermedades se agruparon en tres grupos. «El primero es donde hay evidencia que la cannabis no sirve. Aquí hasta nosotros mismos nos sorprendimos porque aparece la esclerosis múltiple».
A pesar que otros trabajos concluyeron todo lo contrario, al investigar de manera más profunda se dieron cuenta que se estaba «viendo una proporción bastante pequeña de la investigación y por eso dedujeron que sí servía. Nos sorprendió ese resultado», añadió.
En el segundo grupo están las enfermedades que en las que el cannabis «podría tener un poco de beneficio, no un gran beneficio, pero donde los efectos adversos son mucho más. Ahí la enfermedad ícono es el dolor crónico en cáncer».
Y finalmente el tercero está compuesto por enfermedades «raras», poco investigadas o «donde la conclusión es que todavía no se sabe si afecta o no, porque falta certeza«.
Lo curioso de este estudio es que sus resultados contradicen otros que han sido utilizados en Europa, como por ejemplo, para regular la entrega de medicamentos a base de cannabis. Según Rada, esto ocurriría por dos factores:
«Uno es que esta es la investigación más rigurosa y amplia que existe en el mundo y, dos, por el factor del tiempo. Muchas de esas decisiones en Europa se tomaron cuando había mucho menos información».
Por tanto, de una manera más crítica afirma que: «no siempre la conclusión científica determina la creación de leyes. Sí puedo garantizar que ninguno de estos países aprobó lo que se quiere hacer en Chile. Se han aprobado derivados sintéticos de la cannabis, fármacos que nacen a partir de un procesamiento largo, pero no el autocultivo de una planta no procesada ni mucho menos el autocultivo con fines terapéuticos”.