n1co se consolida como el primer neobanco de Centroamérica tras una ronda de $18 millones de dólares
Imagen cortesía n1co
La fintech n1co, con sede principal en El Salvador, busca posicionar a Centroamérica convirtiéndose en el primer neobanco con un proyecto económico histórico liderado por jóvenes, quienes lograron un capital semilla de $18 millones de dólares.
La compañía empezó operaciones en abril del 2022 y actualmente cuenta con una red de afiliados de más de mil usuarios en El Salvador, Honduras y Guatemala.
«Estamos enfocados en construir un neobanco que contribuya a reducir la brecha financiera en la región, integrando a más personas al sistema bancario. En esa línea, lanzaremos varios productos financieros que apuntarán a este objetivo, mientras seguimos trabajando para ofrecer transacciones más simples para nuestros usuarios».
Alejandro McCormack, COO y director ejecutivo de n1co.
El objetivo de n1co es permitirle a las pequeñas y grandes empresas aceptar cualquier tipo de tarjeta, ya sea de crédito, débito, enlaces o códigos QR y crear su propia tienda online, incluso con la opción de entrega a domicilio. La plataforma también ofrece enlaces para hacer que los pagos de productos sean más fáciles y simples.
Con un crecimiento mensual del 30%, esperan cerrar 2022 con un valor de procesamiento mensual de más de $4.5 millones a nivel regional.
El mercado de los neobancos sigue en crecimiento
La presencia de las fintechs, neobancos y billeteras digitales sigue aumentando en toda Latinoamérica. Una investigación reciente de Bank of America demuestra que, solo en Brasil, en 2021 fintechs como Nubank, PagBank y MercadoPago tenían más de 95 millones de usuarios activos mensuales, superando a los bancos tradicionales brasileños, como Caixa, Itaú, Bradesco y Santander, en más de 15 millones de usuarios activos al mes.
Por ahora, seguiremos siendo testigos de la expansión y el surgimiento de nuevos neobancos en la región, mientras que las personas continúan educando su conocimiento en esta nueva manera de manejar el dinero. Confianza y reputación ya no son suficientes, si bien siguen siendo los principales activos de la banca tradicional; el cliente se ha convertido en un radical de la conveniencia, y esto lo entendieron los neobancos.