El aporte de la inteligencia artificial más allá de ChatGPT
Son muchas las personas que piensan que la inteligencia artificial llegó recientemente como una novedad, pero lo cierto es que el concepto de la IA existe desde hace mucho tiempo, trayendo consigo varios hitos que han pasado desapercibidos por muchos años.
Desde principios del siglo XX, el término de inteligencia artificial era usado por científicos e investigadores como algo que sucedería en el futuro, desde entonces ya se empezaba a leer el concepto de IA. No fue entonces hasta el año 1955, cuando John McCarthy y otros grandes pensadores se reunieron en la Conferencia de Dartmouth para abordar lo que en su momento llamaron aprendizaje automático.
Como cualquier otra innovación tecnológica han habido grandes momentos en los que la IA jugó un papel importante en la sociedad. “Anteriormente pensábamos que el futuro iba a estar lleno de carros voladores, robots y tecnología, pero lo cierto es que el futuro es ahora, lo estamos viviendo en estos momentos, y cada persona de la sociedad se verá involucrada”, explica Michael Puscar, un científico de datos y especialista en Inteligencia Artificial, fundador de Oiga Technologies.
Lo que está sucediendo en estos momentos con el boom de la IA viene de muchos años de investigación y estudio que llevó a la perfección de estos sistemas, y que seguramente seguirán mejorando. Pero, ¿cómo fue el principio de todo? ¿de dónde provienen las soluciones como ChatGPT, cuál es el origen de todo?
El big data y deep learning
La década de 1990 fue crucial para la aparición de la IA. Con la llegada del big data se comenzaron a dar los primeros pasos en la automatización de procesos. Aquí es donde ingresa lo que se conoce como aprendizaje automático, esto permitió que se pudieran entrenar sistemas para realizar ciertas actividades que requerían del procesamiento de muchos datos.
De la misma manera, lo que se conoce como aprendizaje profundo (deep learning) llegó para brindar una solución al problema de procesamiento de datos, permitiendo que las máquinas o computadoras aprendieran de manera automática sin importar la cantidad de datos.
Como resultado de este avance, en 1997 el campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov fue derrotado en una partida de ajedrez por el computador Deep Blue de IBM, marcando así un gran paso para lo que hoy conocemos como inteligencia artificial. En dicho caso, la computadora fue capaz de procesar y ejecutar 200 millones de posiciones por segundo, calculando y prediciendo las jugadas de Kasparov.
La llegada de la IA generativa
Lo que siguió después de la partida de ajedrez es historia. En la actualidad se le conoce como inteligencia artificial generativa, y no es más que otra rama del Deep learning que implica la creación de sistemas capaces de generar y procesar nuevos datos basado en un entrenamiento previo. Como resultado, estos aplicativos pueden arrojar resultados en audio, texto, imágenes y video.
“La inteligencia artificial no es solo ChatGPT, es mucho más que eso, son millones de posibilidades las que se pueden trabajar a raíz del procesamiento de datos. Desde temas financieros, hasta de salud, cualquier industria puede verse impactada por estos sistemas”, cuenta Puscar.
A estos avances también se le suman la llegada de otros sistemas que van más allá, y que aún están en fase de entrenamiento, como GPT-4, que puede generar texto similar al humano. Todos estos avances hacen parte de los que fueron pioneros los científicos de la IA, y que no son más que mejoramientos de estos sistemas que anteriormente eran menos sofisticados.
El futuro y la regulación
Si bien todos estos sistemas de aprendizaje automático han generado mucho entusiasmo entre los amantes de la tecnología, lo cierto es que aún existe cierto escepticismo sobre estas tecnologías. Está claro que la inteligencia artificial generativa es una herramienta de gran poder que seguirá siendo mejorada, pero ¿cuál será el siguiente paso?
Muchos científicos de datos como Puscar coinciden en que es necesario que tanto los seres humanos como las personas adoptemos este tipo de tecnologías, pues estarán cada vez más presentes en la vida diaria.
“Empresas como Amazon y Google han aprovechado las nuevas tecnologías y ahora están valoradas en billones de dólares. Aquellas que no logren adaptarse a estos cambios corren el riesgo de desaparecer, quebrar o simplemente quedar obsoletas. Como seres humanos, es crucial estar dispuestos a aprender y adaptarnos a esta tecnología. Estoy convencido de que esta revolución tecnológica afectará la vida de cada persona en el planeta”, explica el científico.
En cuanto a los debates de regulación, ante la llegada de herramientas como las creadas por OpenAI, varias entidades pusieron su mirada en este tipo de herramientas, y comenzaron a trabajar en su regulación. El Parlamento Europeo fue el primero en dar el paso, y creó lo que llamaron la primera normativa sobre la IA.
“Nuestra realidad se transformará de manera que apenas la reconoceremos. Por eso, es fundamental estar atentos a los avances y cambios importantes que están ocurriendo en este campo, ya que tenemos la opción de crear el futuro o simplemente reaccionar ante él”, finaliza el experto.