El lanzamiento de Artemis I fue cancelado debido a una falla en el motor
La NASA ha suspendido el esperado lanzamiento de su cohete Space Launch System debido a problemas con el motor. En un comunicado emitido a través de Twitter la agencia espacial anunció la cancelación de la misión: «el lanzamiento de #Artemis I ya no tendrá lugar, ya que los equipos están trabajando en un problema de sangrado del motor». Después de intentar una serie de arreglos, no se logró conseguir que uno de los motores RS-25 del cohete bajara a la temperatura correcta.
La avería se produjo cuando faltaban 40 minutos para el lanzamiento, pero todo parece indicar que el problema ya estaba anunciado. La semana pasada, el director de la misión Artemis de la NASA dijo que «podría producirse una parada por cualquier motivo. No vamos a prometer que vayamos a despegar el lunes. Podríamos tener problemas meteorológicos, técnicos o de seguridad pública, o una combinación de ellos».
El objetivo de la misión era que el cohete de nueva generación del Sistema de Lanzamiento Espacial de la agencia despegara en algún momento después de las 8:33 AM ET. Sin embargo, durante la noche una tormenta eléctrica se acercó al Centro Espacial Kennedy, obligando a la NASA a retrasar el inicio de la carga de propulsores. Más tarde, la agencia descubrió una fuga de hidrógeno y tuvo que solucionar un problema de comunicaciones con la nave espacial Orión que el SLS debe poner en trayectoria hacia la Luna. Al final, otros problemas con los motores pusieron fin al lanzamiento.
La NASA aún no ha fijado una nueva fecha de lanzamiento, pero medios afirman que se realizará antes del próximo 6 de septiembre. Si el cohete se retrasa más allá de esa fecha, lo más pronto que podríamos ver a la NASA intentar poner de nuevo el Artemis 1 en el espacio sería entre el 19 de septiembre y el 4 de octubre.
Una vez en marcha, Artemis 1 enviará una nave Orión sin tripulación en un viaje más allá de la Luna. Si todo va según lo previsto, la cápsula regresará a la Tierra tras pasar entre 39 y 42 días en el espacio. La misión está diseñada principalmente para probar el último hardware de la NASA antes de un vuelo espacial tripulado previsto en algún momento de 2024.