La startup que utiliza IA para disminuir el desperdicio de comida

Allie ofrece una innovadora solución basada en inteligencia artificial enfocada en la industria alimentaria, que tiene como resultado reducir el desperdicio de comida y optimizando la eficiencia operativa.


El desperdicio de alimentos a nivel mundial es una problemática que sigue prendiendo las alarmas. Cerca de un tercio de los alimentos producidos globalmente terminan siendo desechados, un fenómeno que no solo representa una pérdida económica considerable, sino que, además, tiene un impacto ambiental significativo.

Alrededor del 6% de las pérdidas y desperdicios de alimentos a nivel mundial se produce en América Latina; en México se desperdician 94kg por persona al año, en Colombia 70kg y en Brasil 60kg, según datos del informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El desperdicio masivo contrasta dramáticamente con la realidad de 47 millones de personas en la región que enfrentan dificultades para alimentarse, evidenciando una paradoja que exige atención y acción inmediatas.

Por esta razón, surgió la necesidad de replantear y optimizar los procesos dentro de la industria de alimentos y bebidas, no solo con el objetivo de mejorar la eficiencia económica y operativa de las organizaciones, sino también para abordar de manera efectiva el problema del desperdicio de alimentos.

Con ayuda de tecnología, específicamente en la rama inteligencia artificial, se están gestando iniciativas centradas en la mejorar la gestión de los recursos y minimizando el impacto ecológico del desperdicio de alimentos.

Así lo explica Alex Sandoval, fundador y CEO de Allie: «En la industria de alimentos, casi un tercio de toda la comida producida en el mundo termina en rellenos sanitarios que emiten metano y dióxido de carbono; este es un problema ambiental enorme. Que esto suceda paralelamente a que más de 800 millones de personas no puedan alimentarse correctamente a diario en el mundo solo es un síntoma de lo complejo de la situación», explica Sandoval.

Entendiendo el problema, Sandoval conformó un equipo para trabajar en una herramienta de inteligencia artificial. «El hardware es una computadora que vamos a la fábrica y te la instalamos en piso, luego esta se conecta con todos tus equipos. Funciona como un cerebro. También montamos un agregado de datos de toda tu operación, o sea, datos de calidad, mantenimiento, productividad, eficiencia y salud de la máquina, etc.», dice Alex.

«Es inminente que en la industria de alimentos y bebidas se utilice la tecnología al servicio de, no solo optimizar para mejorar el rendimiento económico de una organización, sino para reducir el desperdicio de alimentos y bebidas en el mundo».

Soluciones de IA adaptadas a la industria alimentaria

La aplicación de la IA en la fabricación de alimentos también promete una mayor eficiencia y seguridad. Los sistemas de trabajo automatizados impulsados por IA están revolucionando los procesos de control de calidad.

Nestlé es una de las compañías más reconocidas en la industria de los alimentos. Esta compañía está utilizando la inteligencia artificial para el análisis de tendencias, la exploración de ingredientes y la información sobre beneficios para la salud, como resultado se tiene la ideación y prueba de conceptos de productos convincentes mucho más rápido.

En el caso de Allie, la startup desarrolló FactoryGPT, que toma la data que genera la operación y la introduce a un asistente que trabaja como un copiloto de la fábrica: «Puedes hablar con el asistente y le puedes decir: “quiero que me grafiques y compares el turno 1 con el turno 3” o “quiero que me grafiques la temperatura de mi horno en los últimos 90 días”. Todo el análisis necesario, que típicamente requiere de 15 ingenieros metidos en Excel, ahora FactoryGPT me lo entrega en 5 segundos y me permite tomar mejores decisiones», explica Sandoval.

Para ejemplificar la solución, el empresario menciona un caso de éxito relacionado con una compañía que tiene una línea de pollo: «Esta línea que produce alrededor de 350 millones de dólares. Nosotros le aumentamos a este cliente la productividad en un monto equivalente a 60 millones de dólares. Le logramos ahorrar, durante tres meses, 300 toneladas de producto que no se desperdició«.

A medida que surgen este tipo de proyectos realizados las empresas se hace evidente que la IA en la industria alimentaria no es solo una herramienta, sino también un catalizador para la innovación. Este tipo de tecnología puede transformar las ideas en realidad, remodelar las tendencias del mercado y crear productos que resuenen con las necesidades cambiantes de los consumidores, al mismo tiempo que sean beneficiosos para el planeta y la humanidad.