Del éxito al fracaso: lecciones que deja la película de la icónica Blackberry
La película de Blackberry cuenta la historia de Mike Lazridis, Doug Fregin y Jim Balsillie. Los tres fundadores y líderes de la compañía que fabricó el icónico teléfono Blackberry, un dispositivo que llegó en los años 90 para revolucionar la industria de teléfonos inteligentes. La historia está basada en hechos reales, y cuenta cómo la compañía logró llegar a la cima del éxito para caer en el fracaso en cuestión de meses.
Cualquier persona que trabaje en la industria debería ver la película, en especial cuando nos encontramos ante nuevas estrategias de mercadeo que obligan a equipos de producto a estar al tanto de las nuevas jugadas de la competencia, algo que en Blackberry no tuvieron en cuenta. Por eso, me tomé la libertad de recopilar lo que podrían ser las principales lecciones que deja esta dramática historia, sobre cómo un producto logra ser desarrollado, escalado y posteriormente logra el dominio, para finalmente ser superado por un competidor.
1. Conocer el mercado
La compañía matriz de Blackberry es Research In Motion (RIM), en su momento esta empresa llegó a ser la número uno en ventas de teléfonos, suscripciones y retención de clientes, logrando que las acciones se dispararan hasta en un 400%, pero todo sucedió por una razón, y es que la compañía fue la primera en incursionar en el mundo de los teléfonos inteligentes, más no tenían contemplado un plan estratégico para lograrlo. Primer error.
En la película, y de hecho en la vida real, nunca se vio la intención de RIM por conformar un equipo de mercadeo que estudiara la estrategia a implementar y el publico objetivo que se buscaba. Esto se ve evidenciado cuando Mike, uno de los ejecutivos, comienza a buscar nuevas características para implementar en el Blackberry, presionando para que sea incluido un nuevo «trackpad», algo que posteriormente fue un fracaso.
No existe ninguna una investigación para llegar al producto final, todo fue una corazonada. Por esto es importante conocer el mercado, el público al que se quiere llegar. Tras la presentación del iPhone, el fin de Blackberry estaba anunciado.
2. No perder el foco
Cada ejecutivo y fundador de Blackberry tuvo su parte de culpabilidad en el fracaso de la compañía, si bien Mike falló en el estudio de su mercado, por su parte Balsillie no pudo controlar el gusto por el hockey.
En un momento de su vida, el ejecutivo hizo a un lado la compañía para centrar sus esfuerzos en arrendar el Copps Coliseum de Hamilton (y renovar la estructura para construir sus propios palcos personales), además de intentar comprar al equipo de los Pittsburgh Penguins. Mientras tanto, Mike se enfrentaba al problema de sacar del inminente fracaso a la compañía.
Lastimosamente Basillie perdió el foco de Blackberry y no supo centrarse en ayudar a salvar la compañía, fue tanto el dinero que lograron recaudar en su momento que Balsillie pensó en satisfacer sus propias necesidades primero. Mike se enteró meses más tarde de las acciones de su compañero, entre las que también se incluyen la masiva contratación de ingenieros de otras compañías como Microsoft, Google y Nintendo para trabajar en la sede de RIM en Waterloo, algo que después terminó metiendo a Blackberry en problemas por tratar de monopolizar la industria.
3. El camino fácil es peligroso
Por muchos años Blackberry mantuvo su propia planta de producción en Waterloo, esto por decisión de Mike, ya que era partidario de nunca fabricar productos en China debido a la baja calidad. Pero finalmente, desesperado por la llegada del iPhone y con la idea de mantener su compañía firme, decide trasladar las operaciones de Blackberry a China con motivo del lanzamiento del primer teléfono de pantalla completa, el Blackberry Storm.
No obstante, ya era demasiado tarde. La compañía estaba agonizando, una vez llegaron los Storm, el 99% de ellos llegaron con defectos de fabrica. Muchos tuvieron que ser devueltos, además de enfrentar las múltiples demandas de proveedores . Este fue el mayor desastre en la historia de las teléfonos inteligentes. Por eso, el camino fácil nunca debería ser una opción, y menos a última hora.
Actualmente la compañía sigue enfrentando las demandas a raíz de los equipos defectuosos que fueron adquiridos por algunos proveedores. La película en sí es una obra de arte, aunque tiene algunos saltos temporales que pueden desubicar a cualquiera, cuenta con un talento excepcional.
La compañía RIM sigue funcionando en la actualidad, con su sede principal en Waterloo, Canadá. Aunque ahora se dedican a ofrecer servicios de ciberseguridad, pero no más hardware. Mike, Doug y Balsillie renunciaron a sus cargos y hoy se dedican a disfrutar de su jubilación. Lo cierto es que si hubieran dedicado un poco más de tiempo a aprender sobre su mercado y las expectativas de los consumidores, aún podrían ser los número uno en teléfonos.