Los fondos de capital de riesgo están buscando conquistar el talento de Latinoamérica
Antes de que el mundo viviera el confinamiento ocasionado por la pandemia del covid-19, la región de latinoamérica estaba atravesando un gran momento para las inversiones del capital de riesgo. El informe anual de la Asociación de Inversiones de Capital Privado en América Latina (LAVCA), las inversiones de este tipo en la región prácticamente se han duplicado anualmente desde 2016.
Durante el 2021 a pesar de las crisis económicas y la ola de protestas que se sucedieron en varios puntos de Latinoamérica, inversionistas de todo el mundo decidieron destinar más de 4.600 millones de dólares estadounidenses al desarrollo de empresas tecnológicas latinoamericanas. Los países más destacados de ese momento fueron Colombia, que acaparó casi un 24% de las inversiones, desplazando a México a la tercera posición, con una participación del 14%.
Polymath Capital es uno de los fondos que llegó a la región para construir un puente de oportunidades para una asignación más equitativa entre los emprendedores. Y es que en Latinoamérica son muy pocas las empresas que logran el éxito sin antes contar con un respaldo económico grande, generando así un monopolio de crecimiento que cada vez es más inalcanzable para los pequeños empresarios.
Generando valor a las pequeñas ideas
El actual círculo vicioso de una economía fragmentada se observa especialmente en las empresas latinoamericanas que pueden no tener el capital inicial para iniciar un negocio, aunque éste pueda ofrecer una solución muy factible.
«Creo que hay, en esencia, dos sociedades que coexisten en la región, interactúan, pero no se integran y los recursos de una no van a la otra», dice el fundador y CEO de Venture Studio Polymath, Wenyi Cai. «LatAm es una economía que está muy fragmentada, lo que hace que haya muchos puestos de trabajo de empresas informales, un acceso muy bajo a la educación y a las redes que vienen con la educación y, en muchos sentidos, un acceso variable a los mercados».
El acceso variable a los mercados es probablemente uno de los factores determinantes de la continua lucha de las empresas de la clase media, especialmente de las que no se encuentran en el percentil superior, para conseguir la financiación que necesitan incluso para entrar en el mercado.
Sin embargo, otro de los factores que llegan para generar más inequidad en la región es el acceso a la tecnología. Si bien el sector tecnológico de Latinoamérica está experimentando una gran aceleración y se espera que se multiplique por diez en la próxima década, todavía no hay muchas empresas tecnológicas a escala en la región.
«Existen un montón de razones por las que la gente en América Latina no utiliza la tecnología», dijo Cai. «Por ejemplo, puede que no confíen en ella simplemente porque nunca la han tenido o necesitado antes, así que ¿por qué ahora?».
Creando un futuro más equitativo para las empresas
La falta de una infraestructura tecnológica estable supone una brecha cada vez mayor en la economía de los negocios, ya que muchas personas de la población no tienen acceso a las herramientas o a la infraestructura para tener un negocio relevante si no pueden cumplir con el requisito previo de la tecnología, que se está acelerando rápidamente.
Pero no todo son malas noticias para las empresas que quieren iniciar un negocio en Latinoamérica. Si bien la falta de capital y la falta de inversión en infraestructura en áreas como los sistemas financieros es casi nula, han oportunidades de negocio para aquellos consumidores que son capaces de adoptar servicios superiores a un ritmo rápido.
Como aporte al crecimiento del capital de riesgo en Latinoamérica. Polymath está construyendo empresas desde cero para que dejen su huella en el mundo de los negocios. Su modelo de Venture Studio está cerrando la brecha de talento y capital de la región para resolver los retos más complejos de la región, buscando «empoderar a la clase media y construir los cimientos de una sociedad más igualitaria, estable y próspera».
El buen momento del capital de riesgo en Latinoamérica
La escena de las startups en la región ha crecido en los últimos años, atrayendo a fondos extranjeros que alguna vez la consideraron un remanso tecnológico con pocas empresas con suficiente potencial digno de inversiones. No obstante, la industria sigue creciendo en favor de Latinoamérica.
El año pasado, el capital de riesgo ayudó a crear un grupo de nuevos unicornios, startups que han alcanzado valoraciones de US$1.000 millones, más que en los diez años anteriores combinados, y el capital privado en su conjunto alcanzando un nuevo récord de 29.400 millones de dólares en la región.