Revelan plan para construir una metrópoli sostenible y vanguardista en medio del desierto de Estados Unidos
Telosa es el nombre que llevará la ciudad de los sueños. Una ciudad que se caracterizará por ser sostenible y tecnológica, y que el multimillonario Marc Lore ya se encuentra financiando para hacer realidad su mayor ambición. La idea es crear una metrópoli que acoja a individuos y saque de ellos su principal potencial para crear y ser una sociedad mejor.
El multimillonario quiere reunir en un solo lugar «lo mejor» de diferentes ciudades del mundo. Su aspiración es fusionar características únicas como la diversidad de Nueva York; la eficiencia de Tokio; y la disponibilidad de servicios sociales de Estocolmo.
El arquitecto encargado de la construcción de esta nueva metrópoli es el danés Bjarke Ingels, quien afirma que Telosa encarnará «el cuidado social y medioambiental de la cultura escandinava», con las oportunidades que ofrece la vida en Estados Unidos.
El proyecto tendrá capacidad para alojar a 50.000 residentes en 600 kilómetros cuadrados, y tendrá un coste de 21.000 millones de dólares. Una vez finalice su construcción, se calcula que la cifra superará los 340.000 millones de dólares. En 40 años la población de esta ciudad podría ascender hasta los 5 millones.
Las imágenes reveladas muestran edificios residenciales rodeados de vegetación, espacios abiertos y calzadas con vehículos eléctricos autónomos.
Sin duda, diseñar una ciudad desde cero permite incorporar los avances tecnológicos de una manera más eficiente que en una ciudad que ya tiene un urbanismo más desarrollado a lo largo de los años.
La financiación provendrá de «varias fuentes», dijeron los organizadores del proyecto, entre ellas inversores privados, filántropos, subvenciones federales y estatales y ayudas al desarrollo económico. Los planificadores esperan dirigirse a las autoridades estatales «muy pronto», con vistas a dar la bienvenida a los primeros residentes en 2030.
Un nuevo modelo de urbanización
Además de un diseño urbano innovador, el proyecto también promete una gobernanza transparente y lo que llama un «nuevo modelo de sociedad». Tomando su nombre de la antigua palabra griega «telos» (término utilizado por el filósofo Aristóteles para describir un propósito inherente o superior), la ciudad permitirá a los residentes «participar en el proceso de toma de decisiones y elaboración de presupuestos«. Mientras tanto, una dotación comunitaria ofrecerá a los residentes la propiedad compartida del terreno.
En la web oficial de Telosa, Lore explica que se inspiró en el economista y teórico social estadounidense Henry George. El inversor cita los «importantes defectos del capitalismo», atribuyendo muchos de ellos al «modelo de propiedad de la tierra sobre el que se construyó Estados Unidos».
Esta no es la primera ciudad nueva que proyecta la empresa de Ingels, que hizo famosa la instalación de una pista de esquí sobre una central eléctrica de Copenhague y ha codiseñado las nuevas sedes de Google en Londres y California. En enero de 2020, el fabricante de automóviles japonés Toyota reveló que había encargado a BIG la creación de un plan maestro para una nueva ciudad de 2.000 personas en las estribaciones del monte Fuji. Aunque es bastante más pequeña que Telosa, el proyecto, bautizado como Woven City, promete pruebas de vehículos autónomos, tecnología inteligente y vida asistida por robots.