Internet de las cosas, creando vidas inteligentes
El primer dispositivo conectado a Internet se creó en 1982, y se componía de una máquina de refrescos que informaba el número y la temperatura de las bebidas que contenía. Esto era único en aquella época, pero llegando el 2009, las cantidades de aparatos conectados a Internet superó la población humana mundial por primera vez en toda la historia.
A partir de ese momento, el Internet de las cosas (IoT) comenzó su expansión. Alrededor de 27 mil millones de dispositivos ya se encontraban conectados a un sistema de datos, incluidos sensores, electrodomésticos, máquinas, dispositivos médicos y automóviles.
Para el año 2023 habrá 29.000 millones de dispositivos conectados a Internet en el mundo, y la mitad de ellos producto del IoT, según el último informe realizado por Cisco.
Impacto en la vida cotidiana
Estamos en una «era en la que todo puede estar conectado», por lo que los ejemplos de la adopción del Internet de las cosas en la vida cotidiana son muchos.
Los llamados «wearables», o relojes inteligentes son un claro ejemplo, pues se conectan a internet y utilizan los datos que almacenan del usuario para después sugerir hábitos de ejercicio o alimentación.
También está el desarrollo de los «hogares inteligentes», en los que se podrá automatizar el control de actividades como la apertura de puertas, el encendido de bombillas, las persianas o la temperatura, ayudando también a generar menos gasto energético.
Pero el IoT no solo se puede implementar en lo cotidiano, también si se aplica a gran escala puede contribuir a las «ciudades inteligentes». Los semáforos, por poner un ejemplo, adaptarán su funcionamiento dependiendo de la cantidad de tráfico, disminuyendo tiempos muertos. Los GPS de los vehículos recomendarán rutas más eficaces según la congestión vial, y en otras ciudades vemos cómo ya se están incorporando los carros autónomos.
El Internet de las Cosas en las empresas
Gracias a la automatización de las tareas producto del IoT, se puede decir que aumentará la productividad de las empresas, por lo que la realización de las labores será mucho más sencilla. Otros factores del ecosistema también están funcionando favorablemente, como la evolución de dispositivos asequibles, el crecimiento inevitable de Internet y las telecomunicaciones, la implementación continua de análisis de datos y la llegada de máquinas inteligentes.
Con más del 50% de la población conectada a Internet, existe un llamado para que los empresarios salten al área y la utilicen en su beneficio. Talos, con sede en Colombia, es una de varias empresas de desarrollo de software de IoT que, con sede en Medellín, ahora han extendido su alcance hacia proyectos en todo Estados Unidos.
Los principales retos
El internet de las cosas, con miles de millones de dispositivos que están interconectados, también trae grandes retos. El principal con referencia a la seguridad, pues habrá que generar mayor protección en el intercambio de datos, para evitar el mal uso de estos y la violación de la privacidad. Otro reto será la capacidad para seguir, analizar y almacenar correctamente una ingente cantidad de datos.
El internet de las cosas es uno de los grandes pasos de la tecnología, y que estamos viviendo en la actualidad gracias a la industria 4.0, ofreciendo incalculables posibilidades y multiplicando la eficiencia y la comodidad de individuos, ciudades y empresas.